El Túnel - Acueducto de la Usina

Y aquí estoy, parado frente a esta impresionante estructura que es el portal a un mundo frío, húmedo, oscuro... vienen a mi mente las antiguas historias de risotadas espeluznantes y de la música que se escucha posiblemente provenientes de la Salamanca (Aquelarre); de caminantes levantados en andas ante la mirada atónita de sus compañeros, de fantasmas de obreros fallecidos en su construcción, de las ánimas de los hijos de sus arquitectos muertos en accidentes mientras visitaban la usina.
Historias pasadas... que tienen de verídicas, no lo sé, sin embargo me obligan a replantear mis deseos aventureros y disminuyen mis ansias de sentir la adrenalina de recorrerlo... pero de repente, al mirar atrás en busca del camino a casa, recuerdo... la civilización... gripe A, inseguridad, políticos corruptos, dengue, calentamiento global, policías deshonestos, accidentes de tránsito, políticos corruptos (ya sé que los nombre anteriormente, pero lo que pasa es que son muy corruptos), para variar... políticos inútiles, sin escrúpulos. Comerciantes ambiciosos, niños desnutridos, secuestros, asesinatos, trabajo infantil, hambre, miseria, pobreza, alcoholismo, dogradicción...
si si, basta por favor, mejor entro al túnel...
Es intenso el silencio, roto solamente por nuestras pisadas en el agua fría. Es ahí cuando me doy cuenta... por aquí pasaba agua, y mucha y le pregunto a Jesús de donde viene y si no subirá el caudal. Él me responde que me quede tranquilo, que la entrada del agua está totalmente clausurada, solo son pequeñas filtraciones que hay en las paredes.
Sigo caminando, pero mi mente, inquieta, fábrica de pequeños desastres, de nuevo dispara la alarma.... Jesú... si hay filtraciones corremos peligro de derrumbes? Piensa Jesús un rato y para mi tranquilidad me aclara que en el techo del túnel hay una ventana que es por donde se cuela el agua, que no hay peligro de derrumbe, además la construcción no está muy lejos de la superficie.
Luego de un rato, un leve sonido se escucha y aumenta a medida que nos acercamos a una caida de agua lo cual me infunde las esperanza de la pronta llegada... Jesú, Jesú, ya llegamos?... Humm, grrff... Estamos mas o menos a la mitad me responde.
Otra vez el profundo silencio y la larga oscuridad. Chillidos de murciélagos por momentos acompañan mi caminar... ufff por que solo traje una linterna? y tan chiquita la h de p...
Los murciélagos, el agua, la oscuridad, el silencio, mi mente traicionera es un remolino de ideas, todas malas, todas dudas...
Jesú, Jesú...
-¡¡¡QUEEEE!!!!
- Esteee, no.... nada.